viernes, 29 de junio de 2007

corto.



1
Escena oscura, una lámpara brillante.
El teclado del teléfono negro, revela su textura al reflejo de la lámpara.
Son las dos de la mañana pero seguro está despierta
nervios
cuando marqué el número no tuve tiempo de pensar
las palabras
en mi cabeza se suceden esos tonos, más largos de lo común,
la melodia única que distingue su teléfono de otros
túuuuu (silencio)
túuuuu (silencio, eterno)
le conté la idea
le encantó la idea
habló del destino o algo así
después dijo chau, exhaló todo el aire
y cortó.

2
Sol de otoño, frío.
Hojas amarillas, bordó en una vereda vieja.
Nos reunimos, esa semana en la casa de Gabriel, una colonial e iluminada casa de barrio viejo
nos acaloraban discusiones sobre la escena de la cama o la de los labios
desde donde cuanto tiempo con qué
luz colores filtros
entró ella
sin tocar timbre, o sí tocó y no lo escuché
en todo caso no le abrí yo, quizás le abrió Gabriel
que había desaparecido hacía rato y volvió justo cuando ella entró
flotando sonriendo
- ¿quién es Julio?
- yo, hola
- hablamos por teléfono
- sí
dice: tu voz es más linda en persona
.
[congelado, plano quieto, pausa]

3
Ella en medio de la reunión.
No necesitó romper el hielo para tomar la palabra
dominaba la discusión, tirando algunas opiniones, ideas.
unas boludeces
creo que quería parecer interesante
como cuando Gabriel se auto declara
“uno de los últimos románticos”
o pone esa casa mientras chupa un cigarrilo
al final, fue ella la que solucionó la escena de los labios
y se le ocurrió una forma muy ingeniosa de pasar los créditos
quería filmar un plano panorámico general, de una multitud saliendo y entrando de un edificio
con sonido ambiente
y poner las letras de fondo
me gustó
Se despidió
chau, Julio
chau…
- ¿qué pasa?
digo: sos más linda en persona
no se si la palabra persona salió entera
traté de ser impulsivo
qué boludo
sonrió y me dió un beso
en la frente
y se fue.
la luz le enmarcaba el vestido


4
Decidieron filmar primero la escena de exteriores en una reunión que hicieron sin mí, una semana más tarde.
Fueron sólo Gabriel y ella.
Guionista y Co-Guionista.
Me enojé pero no dije nada.
Todo el día, la traté cortante
y no se dio cuenta.

5
Un domingo empezó la filmación
yo manejaba la cámara como si fuera parte de mi cara
como si fuera yo el que veía
ella,
ingrávida entre nosotros
entre los actores dando consejos
sonriendo, entre los productores
en medio de mi aire, respirándolo todo, dejando
su olor
no,
su aroma
sonriéndome mientras hablaba con los actores
entre Gabriel y los actores, charlando
con Gabriel a solas, a veces, también charlando
mirándose, cariñosos.

6
La cámara filmó el cielo durante una escena entera
una de las largas
solo el azul, me distraje
- ¡te distrajiste, no seas pelotudo!
- ¡no me distraje, no entendés nada!
-a veces tengo ganas de ser pelotudo-

7
Plano panorámico general.
La Gente (mucha)
camina sin verse
buscándose a veces
siguiéndose otras
atravesandose, sin chocarse otras
-generalmente trato de adivinar a los que caminan conmigo
leyendo sus caras sus manos y sus gestos
empleo mi observacion al servicio de esa
sociología barata de chico de ciudad
todos alguna vez nos sentimos lévi strauss
en un asiento del sesenta-
filmé todo el día en la facultad de letras y filosofía
en el edificio de Puan
había muchas mujeres
muchas que querían parecer interesantes
yo miraba a todos y a nadie
me parecía que ya podía leer los créditos en el fondo
mientras filmaba
no me despegué de la cámara
esa fue mi cara todo el día
y ella, mi cabeza.

8
Escena oscura, luz brillante.
El resplandor del televisor dibuja un perfil atento.
Vi el video una y otra vez
podés sentir como los atravesás
como te atraviesan
todos están solos
de repente, empieza una filmación del set
una escena empieza y termina
la cámara sigue mirando
la mira a ella
la miro
furtiva escondida enamorada
contenta disfrutándose, entregándose al disfrute
de Gabriel
los dos
ella, él y el beso
no quise mirarlo
no quise rebobinarlo y ponerlo otra vez
punto a, punto b, repetición
loop
evité mirarlo todo el día
odié quedarme dormido en esa secuencia
y despertarme con el sonido del despertador
no es el despertador
es el teléfono
pausa
hola
hola
stop
es ella.

9
La resolana que entra por la ventana ya azula el ambiente.
No hay luces artificiales.
Después de un rato, mi remera roja se refleja en la taza de café frío junto al teléfono, todavía la escucho:
me gusta hablar con vos
me divertís sos tan divertido
sos un gran camarógrafo, ¿sabés? te quiero
en muchas películas mías
porque pienso hacer un par de películas que tengo en mente
podemos encontrarnos
le voy a cambiar una parte al guión de gaby que me parece que puede ser mas dialogada, menos estática con cámara más en un riel y que viaje, que parezca un viaje en tren, entendés sin el tren ahí. Que la idea esté, pero no el tren, la gente no va a entender ¿porque pensé en trenes, porque en viajes? y ahí es cuando los tenés ahí de esa forma el final se entien
le corté
no sos vos, soy yo
miro el arma
¿tengo un arma?
play
el viento hace reir a los árboles
pero éstos lloran hojas amarillas
hojas bordó espesas

10
En un cuarto del todo azul
suena el timbre
suena otra vez
suena para siempre.

domingo, 24 de junio de 2007

algo pasa en villa crespo


... se oye un murmullo de risas en algun lado a la vuelta de una calle importante, en Villa Crespo. Teresa, como el resto de los comensales de un paquete restoràn ve asombrada temblar su copa de vino. Héctor sorbe el ultimo trago de su café mientras nota que el burbujante vaso de soda que le espera fresco, comienza a saltar en la mesa y al ritmo de un melodioso tracatrún se asoma al borde para luego multiplicarse contra el piso en mil doscientos pedacitos de vidrio grueso.
Se asoman al pachamama, entran calentitos y se sientan a sentir...

Música como un grito de una garganta que se deshace ante un amor que la ignora.

Un par de tipos cuentan historias maravillosas, atrapando al público entre sus brazos y maravillados ellos mismos de lo que dicen.

Una guitarra te cala los músculos del pecho, rasgueando hasta las lágrimas, punteando sonrisas al mismo tiempo.

Un detective con ropa que le queda muy grande, viaja por el mundo para descubrir quién le puso una flor en el culo.

Se lamenta un charango en una cumbia trasandina, mientras con voz de arrabal un megáfono satura una oda a la letra ché, para después mostrar el lado cotidiano de historias en la que la mona, el gauchito gil y bob marley toman un café con marta holgado.

Una dulce voz femenina muestra su acuosa forma de ver el mundo, sin perder la mirada despierta que te ilumina rincones nuevos y curvos.

Miran a su alrededor, y advierten las cálidas luces, las cálidas sombras y se unden más en su sillón, conversando accidentalmente de cosas imprescindibles con gente que acaban de conocer...

Cuenta uno que encontró una razon por la cual vivir y una por la cual morir y dice que son la misma.

Viene una chica con los ingredientes para preparar delicias en torta pero decide verter por el piso sus harinas para poder amasar risas y hornear un buen momento.

No hay escenario, pero de todos modos un pianista sabe hacerse del publico para demostrar porqué sus dedos entienden a las teclas, y sus rulos siguen el compás de su música multicolor.

Un tranquilo escritor, de mirada perdida trae una historia bajo el brazo, que ha de ser feliz o triste, de niños o de reos pero con pinceladas ocre nos la pinta en la cara.

..y yo ya soy uno más, con Tito a mi lado que cambió su café por una cerveza y la gente del restorán que comparten un plato de guiso que todavia tiene humo que decir.
Y todo termina, cuando satisfechos hacemos sonar las puntas de nuestros dedos al compás uno de otro y por un segundo nos miramos, Héctor, Teresita y yo y podría ponerme a imaginar de donde vienen, pero ya sè porqué están acá.

viernes, 22 de junio de 2007

festival este sábado (veintitrés)


en el cbc de martinez:
talcahuano y córdoba
(en... martinez)
larga a las cuatro de la tarde
es al aire libre

"por más espacios de expresión libres y populares"


tocan:
farza realidad
so paranoia

leen:

swing

cortos

y mate (si traés)

domingo, 17 de junio de 2007

números

el haiku es una forma japonesa de poesía que deriva de un tipo de chistes que dejó de ser solo cómico con los escritos de masaoka shiki y otros.

exige una forma de tres versos que deben tener, en orden, 7, 5 y 7 sílabas, no tienen que rimar y tradicionalmente retratan instantáneas de la naturaleza.
aca hay un ejemplo,de uno de los famosos haijins japoneses (escritores de haikus o algo así):
Una flor caída
Regresa volando a su rama.
¡Una mariposa!
--Arakida Moritake
(la forma no se mantiene porque está traducido del japonés)


El haiku en la poesía sudamericana (de wikipedia)
El haiku también se ha hecho presente en tierras sudamericanas. Esto se concreta, por ejemplo, en las creaciones de Jorge Luis Borges o Mario Benedetti, quién publicó la obra Rincón de Haikus en 1999.
Por otra parte, el escritor cordobés Rafael Roldán Auzqui publicó Haikus a flor de voz (1997). De la misma manera, en Bolivia, Sebastián Molina, ha publicado los libros de haikus Después de este silencio en mayo del 2005 y Otra vez el silencio en mayo del 2007.

pongo el link de planeta haiku donde puede leer los de Benedetti, Borges, y leer la historia y demas interesandeces.
acá los haikus aparecen numerados, ya pasó uno y vendrán más

sábado, 16 de junio de 2007

Regar el paisaje desde abajo

En cierto lugar al norte de la provincia de Córdoba, hay un pueblo entre las sierras que está alfombrado de pasto verde profundo. Cuando llueve mucho de noche y escampa de golpe sobre la madrugada, en los meses de enero o febrero, ese valle alfombrado amanece humeando; desprendiéndose de la humedad que bajó por la noche en gotas.
La hierba se puso a humear una mañana en la que Marco estaba echado sobre ella dibujando. Amaneció trazando sobre unas hojas de papel gris curvas naranjas que le dispersaban las ideas. Estaba de cuerpo recogido, tenso, como siempre que se encontraba en presencia de Sí Mismo. Solo se relajaba el lápiz que bailaba naranja sorprendiéndolo sobre ese papel gris, el color del cielo en tormenta.
Formas surgían de él pero fuera suyo. Venían desde muy lejos, del interior, y le contaban cosas que no siempre sabía leer.
Si la hormiga que pasaba distraidamente caminando por su nariz se dentenía a mirarlo a los ojos, podría ver proyectada en sus pupilas una película algo abstracta de colores intensos; eran las escenas de la noche anterior, que sin que él lo quisiera volvian a mostrársele una y otra y otra vez. Esa noche había estado muy cerca mucho tiempo de esa mujer que le sacudía los ojos.
Nunca había sido bueno para callar su mente, si por lo menos podría ignorarla, pero tampoco. Aquella noche ese vertigo interno se acentuaba si se le ocurría siquiera mirarla a los ojos, los comentarios no habían logrado escalar por su garganta y como si sus pupilas estuvieran hechas de plomo su mirada quedó en el piso.(La proyección se hacía mas confusa y avanzaba a mucha velocidad, mostrando mas de una escena por vez) Algo dentro de él había llorado a gritos rabia y desesperanza, se había sentido inundado de esa frustración que recibía por ser otra vez él, por ser como un inválido, o peor, por no haber usado su cuerpo cuando podía usarlo. (¿En que consistía vivir?) Y esa frustración le llegaba, y generaba esa rabia y esa desesperanza que lo alcanzaban ahora en su lecho humeante. Generalmente todo concluía cuando ella se iba de la escena, llevaándose lejos toda su persona, incluidos sus ojos y su boca, su piel que otro acariciaría mientras la besaba y ella lo miraría, a ese que no era él, con ojos dulces. Con los ojos más dulces.
Una especie de espasmo, grito del cuerpo, le recorría el cuello y le obligaba a girar violentamente la cabeza apoyando la oreja contra el pasto.
Ya sin darse cuenta de que lo tenía en la mano soltó el lápiz y dejó el papel gris a un costado, con sus curvas naranjas mirando el cielo. Extendió su cuerpo cómodo, o más cómodo que antes y comenzó a pensarse en espejo. Recostado sobre la hierba que lo envolvía en un pasillo de humo tenue, que conducía al cielo que se nublaba, podía sentir a su doble; un Marco paralelo recostado sobre él mirándolo hacia abajo. Había cerrado los ojos para ver mejor, muy a su pesar, esa imagen que se repetía echándole en cara toda su idiotez.
Una lágrima de rabia caliente salada líquida que parió su ojo derecho cerrado, se lanzó a conquistarle la mejilla. Marco podia presentir, ya aburrido, el camino de la gota, de esas gotas saladas que lo tenian harto. Sentía el contacto filoso de la primera rodeando el pómulo, atravesando el cachete, ya estaba por tocar la comisura de sus labios inútiles. Pero no lo hizo. Tampoco se detuvo, optó por un camino más natural, más coherente se desprendió mililitro a mililitro de su rostro para elevarse sobre su nariz, flotando en el aire. Podía sentirla esférica y líquida, azul profunda flotando inmóvil. Y girando. Abandonando ahora a esa inmovilidad, para subir sin apuro hacia su destino originario. No prefijado, instintivo.
Así como con esa memoria nacieron dos más, diez, cientos de miles de lágrimas de ambos ojos. Cada una con su filo abría un nuevo surco en la cara de Marco que lo liberaba de muecas tiesas, de ideas forzadas y le rompían esa cascara como de huevo que le cubría la piel a fuerza de pensar mucho todo. Luego una a una imitaban una versión libre de la precursora, y se elevaban ingrávidamente a centímetros del pasto. Atravesando como balas lentas pero poderosas el cuerpo de su doble que ya no estaba allí. Ya no pensaba en sí mismo.
La bruma que emergía de su entorno verde vivo pasaba a través de su cuerpo, liberando su alrededor de humedad pesada y cejijunta. Se sentía un pasto más, estirado, acompasado, único entre todos porque su emisión no era de vapor sino de agua, salada.
Contrastadas con la espesura de la lluvia que la hierba ahora desprendía en forma de bruma, sus lágrimas se enarbolaban al firmamento para ser como raíces al revés ramificándose contra el cielo ahora gris. Y a través del sol naciente trazaban su camino con un brillo anaranjado, sin prisa, sin pausa para reposar junto con los ríos, en nubes que viajarían para llover.

lunes, 11 de junio de 2007

uno

cielo en relieve
abismo escalonado
olas en el mar

Hasta que no pensás (ya basta)



El dolor en los ojos, en los oídos. Es fácil de soportar
pero no la ola caliente que es confirmar las peores sospechas
saber que se pudo evitar si tan solo…
...que el brillo desvió tu oído...
...que la flor ocultó la imagen...
y sobretodo, la melodía adictiva.
El ocio sinfín logró carcomer tus instintos y volverlos algo peor que nada;
volverlos ridículos ante La Científica Visión del carnaval carioca de colores gritones.

Llega la segunda parte, aun más difícil,
no dejar que el odio a uno mismo frene el envión, lo ahogue como antes lo hizo ese brillo catódico.
Todo lo que sumaba para la anterior ahora resta:
la conciencia social te hace despreciarte,
tu moral no-convencional esta ahora en contra tuyo.
Te enfrentas a vos mismo, arrodillándote listo para recibir el golpe,
exponiendo argumentos en ciclos infinitos de degradación autocensurante,
autoinmovilizante,
automáticamente amenazante.

El recuerdo de tus derrotas no se compara con las imaginarias tantas veces repetidas,
tantas veces empeoradas...
ya no importa si alguna vez existieron:
Ahora Estan Ahí,
y las vivis de a una, juntas o en su peor combinación,
alternando a veces gozos
para que no olvides todo lo que hay que perder,
para que no pierdas el eje,
el eje del giro sin fin.

Esa prueba puede con vos...
la balanza baila como magnetizada, gira en torno a un eje del cual pende tu destino....
esa es la señal de la derrota que el infinito camino de tus pensamientos no paralizan.

Pero un bruto gesto, de cosas que en el piso estallan, te anima a seguir hacia adelante

Por lo menos

Por hoy

domingo, 10 de junio de 2007

llama


"dicen que lo mejor es perdurar…
si, pero hacerlo dignamente,
de lo contrario fomentamos la esclavitud.”
La Furia del Libro, Guillermo De Pósfay












por primera vez en mi vida, no me importa morir.
abro los ojos a la realidad que me rodeó
que me rodea
que me rodeará si no me dejo de andar con rodeos.
¿yo acato o ataco?
ahora que juego con palabras ya no soy un niño,
recien lo era
recien lo fui…

se enciende ahora la llama que mi cuerpo pedía
la llama que a mi cuerpo le pide
acciones
y me pregunto
¿cuantas cosas tendré que hacer para que se apague?
ojalá haga Todas
ojalá ni aún se apague

por primera vez en mi vida no me importa morir
si morir significa haber vivido.
si para morir tengo que nacer
si para morir tengo que reivindicar a los muertos
si para morir tengo que defender a los vivos de ahora de los vivos de siempre
si para morir paro muertes
si para morir tengo que tener por qué morir
si al tener por qué morir tengo por qué vivir


por primera vez en mi vida debo hacer lo que quiero
por primera vez en mi vida realmente quiero hacer lo que realmente debo hacer
por primera vez en mi vida quiero luchar
ojalá logre hacerlo
ojala ni aún me apague

sábado, 9 de junio de 2007

LA PLAPLA - María Elena Walsh

Felipito Tacatún, estaba haciendo los deberes. Inclinado sobre el cuaderno y sacando un poquito la lengua, escribía enruladas "emes", orejudas "eles" y elegantísimas "zetas".
De pronto vio algo muy raro sobre el papel.
- ¿Qué es esto?, se preguntó Felipito, que era un poco miope, y se puso un par de anteojos.
Una de las letras que había escrito se despatarraba toda y se ponía a caminar muy oronda por el cuaderno.
Felipito no lo podía creer, y sin embargo era cierto: la letra, como una araña de tinta, patinaba muy contenta por la página.
Felipito se puso otro par de anteojos para mirarla mejor.
Cuando la hubo mirado bien, cerró el cuaderno asustado y oyó una vocecita que decía:
- ¡Ay!
Volvió a abrir el cuaderno valientemente y se puso otro par de anteojos y ya van tres.
Pegando la nariz al papel preguntó:
- ¿Quién es usted señorita?
Y la letra caminadora contestó:
- Soy una Plapla.
- ¿Una Plapla?, preguntó Felipito asustadísimo, ¿qué es eso?
- ¿No acabo de decirte? Una Plapla soy yo.
- Pero la maestra nunca me dijo que existiera una letra llamada Plapla, y mucho menos que caminara por el cuaderno.
- Ahora ya lo sabes. Has escrito una Plapla.
- ¿Y qué hago con la Plapla?
- Mirarla.
- Sí, la estoy mirando pero... ¿y después?
- Después, nada.
Y la Plapla siguió patinando sobre el cuaderno mientras cantaba un vals con su voz chiquita y de tinta.
Al día siguiente, Felipito corrió a mostrarle el cuaderno a la maestra, gritando entusiasmado:
- ¡Señorita, mire la Plapla, mire la Plapla!
La maestra creyó que Felipito se había vuelto loco.
Pero no.
Abrió el cuaderno, y allí estaba la Plapla bailando y patinando por la página y jugando a la rayuela con los renglones.
Como podrán imaginarse, la Plapla causó mucho revuelo en el colegio.
Ese día nadie estudió.
Todo el mundo, por riguroso turno, desde el portero hasta los nenes de primer grado, se dedicaron a contemplar a la Plapla.
Tan grande fue el bochinche y la falta de estudio, que desde ese día la Plapla no figura en el Abecedario.
Cada vez que un chico, por casualidad, igual que Felipito, escribe una Plapla cantante y patinadora la maestra la guarda en una cajita y cuida muy bien de que nadie se entere.
Qué le vamos a hacer, así es la vida.
Las letras no han sido hechas para bailar, sino para quedarse quietas una al lado de la otra, ¿no?